Por Petra Saviñón
Los afanes tempranos por la candidatura presidencial en el Partido Revolucionario Moderno escandalizan hasta a sus propios miembros y la cúpula emitió una alerta, un recordatorio de que deben esperar el tiempo establecido en el calendario electoral, el pitazo para salir a todo galope a competir pero mucho ha que salieron.
Seis dirigentes y todos funcionarios de alto rango, esos por ahora, ya empezaron a hacer su campaña precoz e incluso, encuestas circulan sobre los que llevan la delantera en esa carrera desenfrenada que han emprendido.
De forma velada, y a veces no tanto, comenzaron los enfrentamientos entre los compañeritos, la campaña soterrada de desmérito y hasta las actividades proselitistas en pueblos, que claro, han levantado denuncias de uso de los recursos del Estado.
Los señalamientos citan entre la logística empleada vehículos estatales, que beben combustible también pagado con el erario, lo mismo que las supuestas dietas para empleados de las instituciones que dirigen los precandidatos, si cabe el término tan temprano y tan lejos de las elecciones.
La ventaja de tener una posición importante en el tren gubernamental facilita a los aspirantes herramientas que los posicionan con facilidad y pueden colocarlos punteros frente a sus contendientes. En este caso, sería a más importante la entidad dirigida, mayor chance de triunfar.
Así, el interesado en gaviarse en la silla de alfileres usaría ese beneficio que le dio ser miembro, allegado, enllave o lo que sea de la organización oficialista para escalar a un puesto más grande, el de primero entre sus iguales.
A fin de evitar esto y preservar la transparencia, el respeto a la cosa pública, habría que andar con extrema supervisión entre el ejercicio de sus funciones y estar prestos a nadar en cualquier inmundicia que atente contra la legalidad para combatir al monstruo desde sus entrañas y frenar la concusión.
La decisión del PRM de advertir a los que como escolares van muy veloces antes del recreo, es sensata y ayuda a preservar la buena imagen del gobierno y del partido y la unidad, que tanto faltó en el Revolucionario Dominicano, del que tanta facciones han salido, incluida esta que gobierna.
